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El Rev. Pedro Cuevas

El Rev. Pedro Cuevas nació en la República Dominicana, el menor de seis hermanos. Antes de aceptar el llamado al ministerio ordenado, había trabajado como abogado, especializándose en derechos humanos y litigación penal. También detenta una maestría en gestión de Proyectos Culturales con el aval del Ministerio de Cultura de Cuba y República Dominicana. Formó parte de varias organizaciones sin fines de lucro e interreligiosos, trabajando en temas de derechos fundamentales y justicia social y apoyando a las comunidades eclesiales de base y la cultura, durante años como parte del personal para asuntos legales del Centro Dominicano de Asesoría Jurídica e Investigaciones (CEDAIL), un órgano de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Dominicana (CED) de la Iglesia Católica Romana en su ciudad natal.

Pedro estudió derechos humanos en Santo Domingo, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos en San José, Costa Rica y Educación Internacional en Derechos Humanos en John Abbott College, Montreal, Canadá. En 2007, asistió a una clínica de derechos humanos en la Universidad de Columbia en Nueva York. Durante años acompañó y documentó procesos de migración, deportación forzada y casos en estrecha colaboración con instituciones como GARR, Solidaridad Fronteriza, Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM), Centro Bonó, Flacso-RD, Centro para la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), entre otras.

En 2014, mientras vivía en México con su familia, completó sus estudios teológicos y fue ordenado sacerdote episcopal en la Catedral de San Pedro Apóstol, en Guadalajara. También tiene una Maestría en Divinidad del Seminario Teológico de Virginia. Además, ha realizado cursos especializados de predicación en la Universidad Católica de América (CUA) en Washington, DC y en otros seminarios evangélicos sobre predicación bíblica. Como seminarista, hizo su trabajo de campo en la Iglesia Episcopal de St. James de Mount Vernon, Virginia, donde dirigió estudios bíblicos, predicó con frecuencia y asistió a las reuniones de la junta parroquial y del comité de finanzas.

El reverendo Cuevas fue miembro de la Red Episcopal para la Justicia Económica, la Junta de Voluntario de Alfabetización de Santa Fe y un grupo interreligioso en Santa Fe, N.M. También ha servido en iglesias en Baja California (México), Nuevo México, Virginia, y Washington, D.C. Apoyó el crecimiento sostenido de la comunidad hispana, valorando y fomentando permanentemente las relaciones multiculturales en aquellas comunidades a las que servía.

Cuando estalló la pandemia de Covid-19, fortaleció la capacidad de un programa de asistencia, ayudando a crear un subprograma semanal de alimentos y despensas para servir a diferentes comunidades en el norte de Virginia y proporcionando alimentos a personas en iglesias y comunidades cercanas al área metropolitana de Washington. Movido por su sensibilidad humana ante la caída estrepitosa de empleo producto de la pandemia en esos años, rápidamente recaudó fondos para personas desempleadas, haciendo posible que muchas familias hispanas pagaran sus rentas atrasadas.

Se describe a sí mismo como un pastor comprometido con el servicio a las personas, proclamando el evangelio de Jesucristo y siendo un ejemplo vivo de amor y humildad que lo acerca a Cristo, sin excepción. Como parte de su ministerio, el reverendo Cuevas está comprometido a escuchar las historias de discipulado de las personas y guiarlas a través de su bautismo hacia un viaje espiritual con Dios.

 Inicialmente escuchó la voz de Dios al ministerio ordenado desde el altar de la Iglesia Católica Romana, donde sirvió como monaguillo en su juventud. Sin embargo, su encuentro personal con Cristo se produjo en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, cuando recibió su primera Biblia como regalo después de llevar a amigos y visitantes a programas especiales vespertinos o cuando demostró que podía memorizar versículos bíblicos sobre los temas compartidos esas noches.  A partir de ese momento, Pedro aceptó al Señor como su salvador personal.

 Pedro tiene una gran pasión por la liturgia y la predicación como único medio para comunicar plena y efectivamente la verdad del evangelio de Jesucristo, el amor, la reconciliación, el perdón y el reino de Dios. En su tiempo libre, lee mucho sobre temas de sociología, historia, psicología, espiritualidad, teología y homilética. Le gusta la ciudad, ir de compras, viajar y visitar restaurantes con su familia.

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